A sus 9 meses de vida, este pingüino ya alcanza los 21 kilogramos, causando sensación en las redes sociales del acuario en Australia donde reside.
El pingüino Pesto se convirtió en una verdadera sensación, tanto por su tamaño descomunal como por su carisma en las redes sociales. Con apenas nueve meses de vida, este pingüino rey alcanzó un peso sorprendente de 21 kg y se convirtió en el polluelo más grande jamás visto en el Acuario Sea Life Melbourne.
Pero no es solo su tamaño lo que capturó la atención del mundo. Pesto se volvió un fenómeno viral y conquistó a millones de personas en TikTok e Instagram. Lo que comenzó como un tierno polluelo creció hasta convertirse en una figura icónica, impulsada por videos donde se le ve caminar con determinación junto a sus compañeros de especie.
En pocos meses, el nombre de Pesto se extendió más allá de las fronteras de Australia, y generó un impacto profundo en el turismo local. Visitantes de todo el mundo llegan ahora al acuario con la esperanza de ver en persona al “polluelo gigante” que acaparó las pantallas y corazones de millones.
Videos de Pesto caminando junto a otros pingüinos han conquistado a millones en TikTok e Instagram
Algunos comentarios en publicaciones de Instagram del acuario tienen comentarios como: “He visitado a Pesto dos veces y en una de esas ocasiones entré en el recinto y me acerqué a él. Espero trabajar con Pesto algún día como un aspirante a biólogo marino de 15 años”.
Otros usuarios escribieron: “¡Dios mío, es enorme! Hermoso chico”, “¡Él es tan, tan peludo y adorable! Lo amo a él y a sus padres” y “Pesto es mi razón para vivir”.
El crecimiento inusitado del no tan pequeño pingüino dejó perplejos a sus cuidadores, quienes atribuyen su imponente tamaño a una herencia genética excepcional. Su padre, Blake, es el pingüino más grande y longevo del acuario, lo que ha influido directamente en el desarrollo de su hijo.
El crecimiento de Pesto se debe a su herencia genética y al cuidado minucioso de sus cuidadores (Sea Life Melbourne Aquarium)
“El tamaño de Pesto es una combinación de una buena crianza y los genes del padre”, aseguró Michaela Smale, la cuidadora principal, quien sigue de cerca su evolución, al medio australiano 9news.com.au.
Sin embargo, no solo su genética fue clave. Sus cuidadores estuvieron atentos a cada aspecto de su desarrollo, asegurándose de que el pequeño pingüino reciba los cuidados y la alimentación adecuada.
Su madre, Hudson, y su otro “padre”, Tango, jugaron también un papel importante en su crecimiento. Juntos, alimentaron y protegieron a Pesto, aunque su imponente tamaño pronto superó al de sus propios progenitores.
Con solo seis meses, Pesto ya los empequeñecía; para cuando alcanzó los nueve meses, su peso duplicaba el de sus padres, quienes rondan los 10 kg cada uno.Pesto consume 25 peces al día, manteniendo una dieta supervisada por su equipo de cuidado (Sea Life Melbourne Aquarium)
El apetito de Pesto ha sido una fuente constante de asombro para el equipo del acuario. Actualmente consume 25 peces al día, lo que ha obligado a los cuidadores a aumentar el suministro de alimentos para satisfacer sus crecientes necesidades.
A pesar de su voraz alimentación, el acuario mantiene una estricta supervisión de su dieta para asegurarse de que su desarrollo siga siendo saludable y equilibrado. Según dijoSmale el crecimiento de Pesto es: “Sorprendente pero no alarmante”.
Luego agregó: “Un pingüino rey adulto promedio pesa alrededor de 11 a 15 kg, por lo que se espera que adelgace un poco y alcance los 15 kg”.Visitas tanto virtuales como presenciales al acuario han aumentado notablemente gracias a Pesto (Sea Life Melbourne Aquarium)
El impacto en el turismo y el acuario
Desde que el adorable polluelo comenzó a ganar popularidad en las redes sociales, el acuario ha experimentado un notable incremento en sus visitas, tanto virtuales como presenciales.
Según Smale: “Pesto llegó a más de 1.900 millones de personas en todo el mundo, por lo que realmente es un atractivo para las visitas a Victoria”.
“Hemos visto un aumento en el tráfico social, el tráfico web y, por supuesto, el tráfico peatonal. La gente ya no viene a Melbourne sólo por los espectáculos, la música y el café; viene a ver Pesto”, aseguró la cuidadora del simpático pingüino.